miércoles, 20 de junio de 2007
¿Más postgrados en la Universidad de Chile?
La respuesta es obvia, por supuesto que nuestra universidad debe realizar más programas de especialización, pero esto en ningún caso puede ir en desmedro de la calidad del pregrado; con esto me refiero a que los mejores profesores y la mejor infraestructura deben estar en el pregrado y en el postgrado y no concentrarse en éste ultimo.
Los postgrados cumplen un rol fundamental en la formación de los profesionales de nuestro país, razón por la cual nuestra universidad debe estar a la vanguardia, pero ¿cuales son los criterios que se utilizan para definir qué programas impartir? ¿Quiénes acceden? ¿A dónde va el dinero fruto de estos programas? Creo que son preguntas que nos debemos hacer.
Respecto a los criterios consideramos que en ningún caso deben ser criterios económicos los que definan la realización de estos programas, siempre debe primar el rol público de nuestra universidad y el aporte que se puede hacer a las regiones y al país al generar conocimiento especializado. De esta forma, los postgrados se deben enfocar a aquellas necesidades que como país tenemos en distintas áreas de nuestro desarrollo social, económico y cultural.
Todos sabemos que la principal herramienta de movilidad social es la educación. Hoy en el pregrado existe cobertura del arancel garantizada, a través de becas y crédito, para los tres primeros quintiles y por supuesto que se debe seguir avanzando en la cobertura crediticia. Respecto al postgrado existen distintas becas pero son insuficientes, no podemos permitir que por razones económicas se produzca una elitización en esta etapa formativa. Para garantizar que todos quienes tengan las capacidades ingresen a los distintos programas de especialización debe existir una política de mayor financiamiento por parte del estado por medio de becas y créditos.
Por ultimo debe existir una profunda discusión respecto al destino que tienen los recursos obtenidos. ¿Cuánto se gasta en remuneraciones de los docentes? ¿Cuánto se reinvierte en postgrado? ¿Se utiliza parte de estos recursos en mejorar la infraestructura? ¿Qué porcentaje se dedica a gastos administrativos? Son sólo algunas de las cosas que debemos discutir para evitar que el postgrado sea utilizado sólo como una excusa para que algunos lucren con la educación.
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